
Una mujer desnuda nos convierte
en seres inundados por la magia,
en torsos perfumados,
en garañones suaves
extremados guerreros,
espléndidos jinetes.
Una mujer desnuda
oficia y teje en el altar desnudo de la luna
y nos hila en la rueca y enmadeja
para guardar en un ovillo inerme
pánicos que nos aquejan desde siempre.
Es la sacerdotisa de todos los secretos,
desprendida del sayo de las hipocresías;
la que muele en su sexo la canora rutina
del embrutecimiento, la opacidad del macho,
y lo limpia de estólidas memorias
para que gima y goce y se libere.
Una mujer desnuda y en el lecho
alumbra el corazón de la tiniebla
y la ilusión, su llama transparente,
funde la sordidez, inyecta cielo
en la matriz abierta de la nada.
Es la que alegra el tacto en nuestras manos
y roza con sus conos de turgente tibieza
lánguida, arrolladora, el pecho quijotesco,
la pobreza cerril y zumbadora
del zángano viril que nos abruma.-
Amilcar..." Una mujer desnuda "
ResponderBorrarGracias por dedicar tan bonitas letras a la mujer.
¡¡¡ Bellìsimo !!!
un beso
pasa a visitarme " Mi cumpleaños felìz " 30 de junio
Bellísimo poema, Amílcar, veo que tus versos alegran a más de una, jejeje, y no son para menos, mi quijotesco poeta.
ResponderBorrarMuy hermoso, Maestro, y muy sensual.
Besitos y feliz fin de semana.
Muy buenooo!!!!!!
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