AMILCAR BLANCO (Blog destinado preferentemente a la poesía propia) Los derechos de autor de lo publicado y a publicar en este blog están reservados y protegidos por la Dirección Nacional del derecho del autor-dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la República Argentina- Expediente N° 933882
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jueves, 17 de noviembre de 2011
TORBELLINO
Me acerco al torbellino de pájaros de acero,
al vórtice en que naufragan los cruceros;
borde de tormenta caleidoscópico,
el Aleph macroscópico.
Y es un ciclón que irrumpe en un bosque de gnomos,
la gigantesca ola de cenizas,
de risas
y de cromos
bajo la que yace absorta blancanieves.
Sin embargo hay colores
de ebriedad y de flores
y prometen diademas esos esmaltes rojos y celestes.
Me acerco al torbellino salaz y desespero.
Es el triángulo en el que las bermudas se bajan sus enaguas
hasta tocar los fondos de las noches oceánicas
con los nudillos de sus manos en puño
Para encontrar detrás de las cenizas
y los rayos de esmaltes rojos y celestes
y detrás de las olas espesas como labios
algo de blancanieves, algo de avemarías
y escudos y castillos y resabios
de deseos cautivos en locas fantasías.
Me acerco pero huyo, porque si toco muero
la energía envolvente de un mar parido por sirenas
en olas de vorágines altisonantes pero amenas
y de humor absorbente y succiones lupinas,
húmedas y anilladas cual convulsas vaginas.
Acercarse al tormento, al misterio, al deseo,
meterse bien adentro de su incesante arreo,
tira como la yunta de bueyes del proverbio
unido al pelo tinto de celestial penumbra,
a lo doméstico ritual, a lo protervo;
lo que antes de voltearnos nos encumbra.
Amílcar Luis Blanco (Pintura de Guillermo Kuitca)
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Ese torbellino de pasión que engulle con la avidez de la palabra escrita con un maravilloso léxico y con esa pasión que vos ponés, Amílcar querido, una pasión que envuelve y arrolla y nos lleva al epicentro de un maremoto que, como bien reza el colofón del poema, antes de voltearnos, nos encumbra.
ResponderBorrar¡Bravo, Maestro, tus versos alcanzan lo sublime, despegan hasta alcanzar la estratosfera!
Queridísima Mayte, una vez más aciertas o acertás, como más te guste, al subrayar "lo que antes de voltearnos nos encumbra", porque ese es el centro del poema, su último verso. Agradezco tanto tu intuición y penetración que me acompañan e impulsan siempre para escribir. Si no estuvieras en el mundo y no me leyeras me sentiría tan solo con mis confesiones poéticas que no se si las seguiría declarando, muchísimos cariños para vos.
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